lunes, 21 de febrero de 2011

COMPRAR-TIRAR-COMPRAR

La penúltima semana de febrero se proyectó en clase un documental, que fue emitido por televisión española a principios de año, a colación de un tema impartido dentro del PCPI sobre los procesos de decisión de compra del consumidor.

Antes de explicar el contenido del citado documental, hay que hacer unas cuantas reflexiones previas. ¿Cuánto tardamos en cambiar de móvil?, ¿y de coche?, y el ordenador de consola ¿dónde fue a parar cuando lo cambiamos, en plenas facultades, por un flamante portátil de última generación? ¿Somos conscientes de la espiral consumista que comenzó a principios de siglo y que hoy en día en vez de atenuarse crece y crece? ¿Hasta cuándo resistirá el planeta la presión de tanta producción industrial, tantos recursos limitados consumidos?, y lo que es peor, ¿hasta cuándo los residuos generados por el actual mundo globalizado desbordarán la capacidad de regeneración natural del planeta?

Una vez que hemos reflexionado, huyendo de exclusiones personales y militancias medioambientales (porque todos estamos inmersos en la misma rueda), debemos reconocer que no cesamos de comprar, viajar, vivir por encima de nuestras posibilidades, buscar la felicidad por la posesión y acumulación de cosas innecesarias y por todo lo anterior demandar un consumo energético desproporcionado. Consumir es una actividad de ocio, perdiendo la finalidad en sí misma de adquirir un bien o servicio para satisfacer una necesidad concreta (los defensores del marketing dirán que bueno, si realmente no existe la necesidad por parte del consumidor, se puede crear artificialmente, por ejemplo, ¿alguien me puede decir para qué “necesitamos” un móvil con cámara, conexión a internet, video-llamada, y más cosas que tiene y tendrá y subyugará a potenciales concretos consumidores, por ejemplo los jóvenes, que por imitación los demandarán en masa generalizándose su producción, consumo y propagación entre los diferentes nichos de mercado?).

Es cierto, también que sentimos una especie de impotencia colaboracionista con una masa anónima pero implacable que no quiere renunciar a nada, dentro del mundo desarrollado, y los que no están en él, aspira con todo el derecho, a entrar de lleno en la vida de confort y posibilidades otorgada por los productos de nuestra feliz vida cotidiana: electrodomésticos, productos tecnológicos, casas inteligentes, coches, etc.

Bien, llegado a este punto, sí puedo hablar del documental. Se centra en la obsolescencia programada, es decir, la industria mundial, desde principios de siglo comenzó a diseñar bienes con una vida útil reducida para, con toda lógica económica, producir y vender más. Los defensores de esta práctica, entonces y ahora, argumentan que es la razón de la existencia misma de las empresas, de la creación de los puestos de trabajo, de los grandes centros comerciales, …, en fin, la panacea de la felicidad; por el contrario, los opuestos a esta postura, cuestionan el maquiavélico proceso, las repercusiones medioambientales que provoca y abogan por un cambio de mentalidad porque de lo contrario no hay salida.

Para finalizar, sólo me queda decir que por favor visiónese este documental, que se puede ver on line en el link de abajo y constatar que con él he conseguido despertar el espíritu crítico (el criterio propio) entre mis alumn@s tan necesario para nuestro desarrollo personal y social.

http://www.rtve.es/television/documentales/comprar-tirar-comprar/

1 comentario:

  1. que razon cuando dices que consumir se ha convertido en una actividad de ocio.no se compra por necesidad sino por rutina. ¿que me cuentas de esos padres que se aburren los fines de semana y que llevan a sus hijos toda la tarde al centro comercial de turno?

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